Estimados "Aseguramiento Universal de Salud - Perú",
He leído atentamente vuestra entrada publicada hoy utilizando la información publicada el 16 de diciembre en el diario El Comercio (El Perú es el segundo país de América con más casos de tuberculosis). La
edición digital de El Comercio que ustedes han tomado no contiene tres
párrafos que sí aparecen en la versión impresa. Me permito sugerirles
que incluyan también esos párrafos, pues son importantes para entender
el real sentido del artículo. Para ello les adjunto al final de este
mensaje los párrafos faltantes y la imagen digital de la versión
impresa.
Aprovecho para felicitarlos por la inclusión de los videos de Telesur,
que son muy relevantes.
Saludos,
Jhon Carmona
--------------------------------
--------------------------------
Es cierto que Chile no tiene esas características y que en el Perú el
MINSA no tiene un rol importante en la reforma del transporte o del
planeamiento urbano, pero lo que Chile hace bien y el Perú hace mal es
la detección de los casos. Y detectar a tiempo es el factor más
importante para reducir la transmisión. Más allá de ello, aquí, a
diferencia de lo que ocurre en Chile, no hay una conducción clara de
la lucha contra la TBC. Si hubiese alguna autoridad política nombrada
claramente como responsable del control de la TBC, hace tiempo que
hubiésemos superado a Chile.
El triunfo deseado en La Haya no puede distraernos de lo más
importante en que debemos ganarle a Chile, una victoria que depende
sólo de nosotros y de la decisión política de enfrentar con realismo y
eficiencia esta terrible enfermedad.
………………………………..
PERSONAL EN PELIGRO
Según el MINSA, solo en lo que va del 2012, más de 200 profesionales
de la salud (médicos y enfermeras) contrajeron tuberculosis en los
hospitales donde laboran. La bonanza de las últimas décadas no puede
ser como la prosperidad falaz del guano y del salitre. Aquella
alimentó los intereses expansionistas de Chile que derivaron en la
guerra de 1879, y nos dejó algunos ferrocarriles hoy de poco uso en
cuya construcción murieron –solo en la sierra- 7 mil obreros, por la
verruga de La Oroya.
Daniel A. Carrión se convirtió en mártir de la
medicina peruana al entregar su propia vida a las investigaciones que
realizaba sobre esa enfermedad. Hoy, 125 años más tarde, los mártires
de la medicina son anónimos, pero mucho más numerosos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario