La insulina es una hormona producida por el páncreas que permite que la glucosa proveniente de la transformación de los alimentos, ingrese a todas las células del cuerpo y sea usada como energía. La persona que padecen de insulinorresistencia harán insulina, pero sus tejidos no responderán a ella.
Según señaló el galeno, actualmente se están presentando en el Hospital Cayetano Heredia casos de diabetes tipo 2 en niños de 10 años, quienes son o han sido obesos, o, en todo caso, presentan antecedentes familiares del mal.
Agregó que estos menores diabéticos presentarán complicaciones en los próximos cinco y diez años de su vida en la visión, corazón y riñones.
“Esta última es la reacción más peligrosa ya que la insuficiencia renal es la principal causa de muerte en estos pacientes”, detalló.
Anotó que actualmente las causas de mortalidad son enfermedades crónicas no transmisibles, que ahora empiezan en la niñez y se manifiestan entre los 20 y 25 años, cuando antes se presentaban a partir de los 40 años como el infarto al miocardio y la diabetes.
El especialista agregó que nuestra población tiene una errónea percepción de que un niño “gordito” es un niño sano.
“Es un mito que hay que desterrar. Hay que sensibilizar a la familia y a los profesionales de la salud de que el peso y la talla deben estar de acuerdo a la edad y sexo del niño”, detalló.
Al respecto, los especialistas del Cayetano Heredia han realizado estudios entre los escolares de seis a 17 años del distrito de San Martín de Porres, en los años 2001, 2006 y 2010, y los resultados demuestran que los casos de obesidad se han incrementado en 200%, en nueve años.
La prevalencia de este mal el año 2001 era del 5%, en el 2006 la cifra alcanzó el 10%, mientras que en el año 2010 los resultados arrojaron que el15% de los escolares eran obesos.
“Se ha encontrado que el 20% de los alumnos de instituciones educativas privadas tienen sobrepeso y el número de obesos llega al 15% entre los encuestados, mientras que en las instituciones públicas las cifras disminuyen un poco pero no dejan de ser preocupantes: 7% son obesos y 14% tienen sobrepeso”, dijo el especialista.
Por todas esas razones dijo que es necesario fomentar una alimentación saludable, sin comida chatarra, y la actividad física entre los niños.
“En las mesas de los hogares peruanos están presentes la comida chatarra, las golosinas y las bebidas azucaradas. Además, los niños se sientan frente a una pantalla de televisión o de computadora por horas. Lo que la familia tiene que propiciar es una vida saludable y tener presente que la diabetes tipo 2 es producto de malos hábitos alimenticios y de una vida sedentaria”, precisó el médico.
La Unidad de Endocrinología Pediátrica del Hospital Cayetano Heredia ha implementado desde hace dos años un programa para prevenir y tratar la obesidad infantil. Actualmente, 120 niños entre los cuatro y 15 años de edad con obesidad son reeducados en estilos de vida saludables.
La receta es muy sencilla: mayor actividad física y menor tiempo frente al televisor, computadora o videojuegos; consumo de agua pura en lugar de bebidas azucaradas; y cambio de la comida chatarra y golosinas por verduras en la dieta diaria.
Esto, dijo el especialista, no significa que los niños sean sometidos a una dieta sino que solamente están dejando de consumir exceso de calorías.
(FIN) NDP/ART
Andina
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