ANDINA/Jessica Vicente.
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El
funcionario reveló que a 2006 el 15.4 por ciento de la población
peruana estaba afiliado al seguro público, pero en 2011 esa cifra se
elevó a 37.8 por ciento.
Lo rescatable, dijo, es que el mayor crecimiento se ha registrado en el ámbito rural, donde, hacia 2006, la población con Seguro Integral de Salud era de 29 por ciento y pasó a 75.9 por ciento en 2011.
Del Carmen hizo hincapié en que las intervenciones de salud, ofrecidas por el Ministerio de Salud y financiadas por el SIS, han permitido mejoras en las condiciones de vida de los más pobres, pues, además de tener acceso a la salud, no ven mermada su economía, en vista de que –al estar aseguradas– pueden destinar su dinero para otras necesidades.
Ello, dijo, ha repercutido en la reducción de la desnutrición infantil crónica, que cayó de 22.9 por ciento en 2005 a 19 por ciento en 2009; y en la mortalidad infantil, que se redujo debido al aumento de las atenciones a niños y niñas menores de 4 años.
Al hacer un balance de los 10 años del SIS, el funcionario informó que a la fecha el Seguro Integral de Salud financia el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de enfermedades que antes no estaban incorporadas en el plan de atención.
Citó enfermedades vinculadas a la salud mental como esquizofrenia, alcoholismo, depresión, ansiedad; así como lesiones asociadas a la violencia intrafamiliar como abuso físico, sexual y psicológico.
Para ambos casos, la cobertura incluye atención psiquiátrica, cuidados hospitalarios, sesiones de psicoterapia, atenciones de emergencia, entre otros tratamientos.
También se han incorporado para la atención a los asegurados del SIS enfermedades crónicas o degenerativas como asma bronquial, diabetes, hipertensión arterial, obesidad, artritis, osteoporosis y otras.
(FIN) NDP/RRC
GRM
Andina
Lo rescatable, dijo, es que el mayor crecimiento se ha registrado en el ámbito rural, donde, hacia 2006, la población con Seguro Integral de Salud era de 29 por ciento y pasó a 75.9 por ciento en 2011.
Del Carmen hizo hincapié en que las intervenciones de salud, ofrecidas por el Ministerio de Salud y financiadas por el SIS, han permitido mejoras en las condiciones de vida de los más pobres, pues, además de tener acceso a la salud, no ven mermada su economía, en vista de que –al estar aseguradas– pueden destinar su dinero para otras necesidades.
Ello, dijo, ha repercutido en la reducción de la desnutrición infantil crónica, que cayó de 22.9 por ciento en 2005 a 19 por ciento en 2009; y en la mortalidad infantil, que se redujo debido al aumento de las atenciones a niños y niñas menores de 4 años.
Al hacer un balance de los 10 años del SIS, el funcionario informó que a la fecha el Seguro Integral de Salud financia el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de enfermedades que antes no estaban incorporadas en el plan de atención.
Citó enfermedades vinculadas a la salud mental como esquizofrenia, alcoholismo, depresión, ansiedad; así como lesiones asociadas a la violencia intrafamiliar como abuso físico, sexual y psicológico.
Para ambos casos, la cobertura incluye atención psiquiátrica, cuidados hospitalarios, sesiones de psicoterapia, atenciones de emergencia, entre otros tratamientos.
También se han incorporado para la atención a los asegurados del SIS enfermedades crónicas o degenerativas como asma bronquial, diabetes, hipertensión arterial, obesidad, artritis, osteoporosis y otras.
(FIN) NDP/RRC
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