EJEMPLO DE VALOR. Toribio Cereceda es uno de los
pacientes que lucha para no ser parte de las cifras de mortandad. Quiso
quitarse la vida porque sufría discriminación. Un milagro lo salvó.
Ahora es símbolo de la campaña contra la TBC.
José Víctor Salcedo.
Cusco.
Toribio Cereceda derrotó a la tuberculosis, una enfermedad
contagiosa que destruye los pulmones y otros órganos. En su batalla
contra el bacilo de Koch (agente causante del mal), perdió el pulmón
derecho y también tres años de su vida, que los pasó postrado en cama.
No había otra alternativa que la extracción, la bacteria lo había
devorado a tal punto que dejarlo en el cuerpo podía acelerarle la
muerte.
Su calvario empezó en el 2006. Sin darse cuenta perdió
quince kilos, sentía cansancio, malestar, sudoración abundante en las
noches, tos seca y persistente y una temperatura por encima de los 37
grados.
En el centro de salud de Wanchaq le diagnosticaron
tuberculosis. Él no tenía idea de cómo se había contagiado. Contraerla
es fácil, el infectado la transmite cuando habla o escupe. Si un
contagiado no recibe tratamiento, transmitirá los microorganismos a
entre 10 y 15 personas cada año.
Toribio se sometió a un tratamiento contra la TBC sensible
(que es la que se cura con cierta facilidad) en el Hospital Regional
del Cusco. Iba a recuperarse en seis meses, le dijeron los médicos. Todo
iba bien hasta la mitad del tratamiento, sin embargo su estado empeoró
cuando los galenos ingresaron en huelga. Entonces Toribio dejó de
administrarse las pastillas.
Al retomar la curación, se dio con la sorpresa de que la
bacteria había mutado al tipo multidrogoresistente. Debía empezar una
nueva medicación de dos años y medio si quería seguir viviendo. Hoy ya
la ha completado.
LA AMENAZA crece
No todos vencen al mal. Bertha Salas Serrano, responsable
del Área de Estrategia Sanitaria Regional de Prevención y Control de la
Tuberculosis, mostró su preocupación por la aparición de casos
resistentes a los medicamentos. “La TBC no mata cuando es tratada a
tiempo”, enfatiza.
Años atrás, en Cusco, solo se conocía la tuberculosis
sensible, de fácil curación en seis meses. Ahora se acentúan casos en
sus dos modalidades evolucionadas: multidrogoresistente y
extremadamentedrogoresistente (letal).
Solo en el 2012, la TBC mató a medio centenar de personas
de todas las edades. Además, a la fecha se tienen registrados 800 casos
de TBC sensible, 50 de multidrogoresistente y un caso del extremadamente
resistente. Salud también identificó a dos policías con TBC en la
escuela de Pucuto, otros casos en la Quinta Brigada de Montaña y hay
varios universitarios con ese mal.
El caso de TBC extremadamentedrogoresistente fue detectado
en Cusco, y por su gravedad, la paciente fue derivada a Lima. Se trata
de una mujer de 35 años, madre de dos niños, viuda y pobre.
La especialista explica que la causa de la mutación de la
tuberculosis se debe a que los pacientes sensibles abandonan el
tratamiento, con lo que fortalecen a la bacteria. “Muchos, por los
efectos secundarios de los antibióticos, no resisten y dejan el
tratamiento. Pero solo agravan su situación”, refirió.
Toribio agrega: “Es mejor terminar el tratamiento, porque
si pasa a la fase multidrogoresistente, las náuseas, dolores en la
cabeza, ojos y oídos, y otros efectos secundarios de los medicamentos,
van a ser peores”.
CAMPAÑA CONTRA la tbc
Toribio Cereceda es imagen de la campaña “Cusco, alto a la
tuberculosis”, emprendida por la Dirección Regional de Salud (Diresa)
Cusco, para prevenir la propagación de la enfermedad. Trabaja ad
honorem, ya que no quiere “que otros vivan mi sufrimiento”.
La Diresa apunta a sensibilizar a la población para que se
someta a las pruebas de saliva o esputo, que son gratuitas en cualquier
establecimiento de salud. Dicta charlas en varias provincias cusqueñas
donde hay mayor incidencia de la enfermedad y el riesgo de contagio es
alto. ♣
No hay comentarios:
Publicar un comentario