Manuel Fernández, jefe del Servicio de Oncología Ginecológica y Mamaria del Hospital Edgardo Rebagliati, de EsSalud, sostuvo que las cirugías convencionales para eliminar el tejido afectado tienen consecuencias físicas, producto de la extirpación de la mama, pero también psicológicas.
Por ello, dijo, el Rebagliati cuenta con una cámara gamma portátil, moderno equipo que permite a los cirujanos ver los tumores no palpables mientras operan.
“Durante la cirugía, este equipo se convierte en los ojos del cirujano y facilita, muchas veces, que la paciente pueda conservar la mama, al establecer con mayor precisión el tejido mamario que debe extirparse”, explicó el médico.
Esto es posible porque la cámara gamma permite identificar el “ganglio centinela”, es decir, aquel que debe ser estudiado para determinar si está comprometido con la enfermedad. Con ello, se evita cortes innecesarios en la axila de las pacientes.
Fernández agregó que, pese a este importante avance tecnológico, el diagnóstico temprano sigue siendo la mejor herramienta para garantizar la supervivencia y la calidad de vida de un paciente con cáncer de mama.
“Si se detecta pronto el cáncer se puede curar; por ello, las mujeres deben tomar conciencia de la importancia del autoexamen de mamas antes de los 40 años, y de la mamografía cuando se supera esta edad”, enfatizó.
El tema del cáncer de mama y los últimos avances de tratamiento de esta enfermedad serán tratados por los reconocidos oncólogos José Ferrer Rebolleda (España) y Juan Enrique Bargalló Rocha (México), en el Primer Encuentro Latinoamericano de Usuarios de la Cámara Gamma, que EsSalud organiza en el hospital Rebagliati para el 15 y 16 de setiembre.
(FIN) NDP/LZD/RRC
GRM
Andina
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