lunes, 5 de julio de 2010

El Perú en el Ranking Latinoamericano: Mortalidad Infantil 2009


En el proceso de desarrollo de los países, la mejora del nivel de vida de sus pobladores es uno de los objetivos centrales. Para lograrlo, es indispensable poner énfasis en indicadores clave. Uno de ellos es la mortalidad de los niños menores a un año. Un país con un indicador elevado revela serias deficiencias, no sólo en cuanto al nivel de ingresos de sus habitantes (pues es un indicador estrechamente vinculado con el nivel de pobreza), sino también en la provisión de los cuidados que requieren, tanto el niño como la madre, en esa crítica y delicada etapa de sus vidas.

Veamos, con información de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), cómo se desempeñan en esta materia los países de nuestra región. Los datos, al año 2009, se refieren al número de muertes por cada mil niños nacidos vivos, dentro de su primer año de vida.


Podemos notar que Bolivia, uno de los países más pobres de América Latina, y también con más escasa infraestructura de atención para el binomio madre-niño, es, a gran distancia de los demás, el que registra el mayor número de muertes. Allí fallecen, antes de cumplir un año, nada menos que 42.6 niños de cada mil que nacen vivos. Sin duda, una situación sumamente preocupante que debe ser atendida adecuadamente.

Con tasas bastante menores, aunque de todas maneras muy elevadas, se encuentran Paraguay (otro país con un bajo nivel de ingresos y diversas carencias), así como República Dominicana, Guatemala y Honduras.
Luego figura Brasil, la gran potencia latinoamericana, pero que aún padece retrasos en materia de desarrollo social, como lo evidencia este indicador.

El Perú, con 18.5 niños fallecidos por cada mil nacidos vivos, se ubica en una situación intermedia en este tema. Si bien su cifra aún es elevada, revela un importante avance frente al nivel previo, de 57 fallecidos, en el año 1990. Como veremos en una nota próxima, nuestro país, anteriormente uno de los más atrasados en cuanto a mortalidad infantil, es uno de los que más la ha reducido en los últimos años, habiendo inclusive superado con varios años de anticipación la meta trazada dentro de los denominados Objetivos de Desarrollo del Milenio, que planeaba llegar a 19 muertes en el año 2015.
Las razones de este alentador desempeño se hallan en la continuidad de la política de salud, y en elementos tales como el aseguramiento universal, la disminución de la desnutrición crónica, el embarazo y el parto atendidos profesionalmente en centros de salud, el fomento de la lactancia materna, el control post parto para la madre y el niño, el uso adecuado de medicamentos, etc.

En los últimos lugares de esta tabla, es decir, con los menores niveles de mortalidad infantil, se hallan Costa Rica, Chile y Cuba, países que, bajo distintos esquemas de desarrollo, han logrado un gran avance en lo que atañe a este indicador. En los tres el número de muertes es inferior a diez por mil.

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